En enero de 2013 ha sucedido un hecho sin precedente en España: por primera vez desde que se tienen datos para su medición (año 1971) ha descendido la población en España (casi 114.000 personas).
La Ministra de Empleo (curiosa denominación, al menos en estos tiempos), señora Bañez, afirmaba en Abril de 2013 que la salida de jóvenes españoles en búsqueda de oportunidades laborales y de formación, en realidad se denomina «movilidad exterior«.
Lo equiparo a una hipoteca basura que el gobierno español ha firmado con el futuro y que, en un buen número de casos, no va a poder pagar. Es decir, una buena cantidad de jóvenes talentos no va a volver y el retorno de la inversión que se ha hecho en su formación y preparación va a recalar en los países destino.
A ello hay que sumarle que tengo la teoría de que una buena parte de los que vuelven lo harán como «mercenarios«. O sea, a base de talonario, bien de la empresa pública, bien de la privada, quienes tendrán que pagar el peaje de captar un excepcional talento nacional desarrollado fuera.
Los recortes en I+D, sanidad, educación (becas) son responsables de la fuga de talento. De talento cualificado (ingenieros, investigadores, médicos, diplomados en enfermería, arquitectos…) que ha visto como convertirse en inmigrantes (a ojos de otros países) se convertía en la única opción para ellos.
Así las cosas, se auguran tiempos difíciles para los profesionales que gestionamos el talento en las organizaciones. Entramos en ese periodo en que se reciben en el mercado laboral a los nacidos entre 1994-1998, perido que tuvo el menor número de nacidos de la historia reciente de España (menos de 400.000 cada año, o lo que es lo mismo, en torno a 1,2 hijos por mujer, cuando se estima que la cifra necesaria para un adecuado relevo generacional es de 2,1 hijos por mujer). Con este panorama, ¿nos podemos permitir el lujo de fomentar la fuga de talentos?
los eufemismos son un buen ejercicio dialéctico, pero a veces limitan el alcance del análisis. muy buen artículo Javier!!! com siempre….
Gracias por tu comentario Pilar! Ser más asertivo seguro que ayuda a profundizar en el análisis, aunque duela. Abrazos.
Buena entrada Javi.
Como anecdota y aporte, tengo un conocido que le comunicaron: «Tu puesto de trabajo ha sido amortizado, no es que te despidamos, pero claro como tu puesto no existe, mañana no vengas a trabajar». Eufemismos….
Bueno… al menos se me ocurre que en otro país y otro idioma, seguro que nos cuesta entender más el término «amortización». Siempre le podremos echar la culpa a la cultura local. Gracias por tu comentario!
Interesante tu aclaración para diferenciar entre movilidad y fuga de talento,mientras no llamemos a las cosas por su nombre,no nos enfrentaremos a los problemas y buscar soluciones.
Gracias por tu comentario Paola. Los eufemismos permiten maquillar la realidad, pero no se consigue generar nebulosa con todo… Abrazos.